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La Brecha de Integración: 3 Razones por las que las Empresas Aún Ven a BIM como un Software y no como un Proceso Estratégico.

  • Foto del escritor: Elizabeth Lugo
    Elizabeth Lugo
  • 23 oct
  • 3 Min. de lectura

Hemos hablado de justificar la inversión en BIM (Business Case), de elegir un enfoque de gestión correcto e incluso de cómo manejar una implementación obligatoria. Todos sabemos, en teoría, el inmenso potencial estratégico que BIM y VDC ofrecen: optimización de costos, reducción de riesgos, mayor predictibilidad, entrega de valor superior.

Pero para ser sinceros, ¿cuántas empresas realmente viven esa promesa en su día a día?


La triste realidad es que, en muchas organizaciones, BIM sigue operando en un silo. Es visto como "el software que usa el departamento de dibujo", una herramienta técnica costosa, a menudo implementada solo para cumplir un requisito contractual, pero desconectada de los procesos centrales del negocio.


¿Por qué existe esta brecha de integración? ¿Por qué, a pesar de la inversión y el esfuerzo, BIM a menudo se queda corto de su potencial estratégico? Hoy vamos a mencionar 3 razones mas comunes.


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Razón 1: Falta de Visión Estratégica desde la Dirección


Aquí es donde todo empieza (o termina). Si la alta dirección ve a BIM simplemente como un requisito técnico o un costo operativo más, nunca se convertirá en un proceso estratégico.


  • Síntoma: La inversión en BIM se aprueba sin un Caso de Negocio claro que la vincule a objetivos de rentabilidad, eficiencia o competitividad. Se compra el software, pero no se define el "porqué" estratégico.

  • La Raíz: La adopción de BIM no se aborda como lo que realmente es: una transformación del negocio, sino como una simple actualización tecnológica. Falta el sponsor ejecutivo que impulse la visión desde arriba.

  • Consecuencia: BIM se queda confinado al departamento técnico, sin mandato ni recursos para integrarse en otras áreas.


Sin esa visión desde la dirección, BIM no se integrará en la gestión del portafolio ni en los objetivos estratégicos de la organización.


Razón 2: Silos Departamentales y Resistencia al Cambio Cultural


Incluso con apoyo directivo, la estructura tradicional de las empresas de construcción crean barreras formidables. Diseño trabaja por un lado, Presupuestos por otro, Compras por allá y Obra... bueno, Obra hace lo que puede con la información (o falta de ella) que le llega.


  • Síntoma: El modelo BIM se usa intensivamente en la fase de diseño para coordinación, pero una vez aprobados los planos, muere. El equipo de presupuestos sigue extrayendo cantidades manualmente, Compras usa listados desactualizados y Obra trabaja principalmente con PDFs.

  • La Raíz: Cada departamento defiende sus propios procesos y herramientas. Implementar BIM como un flujo de información continuo requiere romper estos silos, rediseñar procesos y, lo más difícil, gestionar el cambio cultural y la resistencia natural a abandonar viejos hábitos (como vimos al hablar de Kotter y ADKAR).

  • Consecuencia: Se pierde la mayor parte del valor de BIM, que reside precisamente en la continuidad de la información a lo largo de todo el ciclo de vida del proyecto.

 


Razón 3: Enfoque Exclusivo en el Modelado (y no en la Información)


Esta es quizás la razón más técnica, pero igual de crítica. Muchas implementaciones se centran obsesivamente en el "M" (Modelado) de BIM, en crear representaciones 3D visualmente impactantes, pero descuidan la "I" (Información).


  • Síntoma: Los modelos son geométricamente precisos, pero carecen de datos estructurados, parámetros estandarizados o la información necesaria para los procesos posteriores (costos, planificación, compras, operación).

  • La Raíz: Falta de estándares claros, de un Plan de Ejecución BIM (BEP) robusto o de la capacitación necesaria para que los equipos no solo "dibujen" en 3D, sino que gestionen información dentro del modelo.

  • Consecuencia: El modelo no puede usarse de forma fiable para extraer cantidades (5D), planificar la construcción (4D) o entregar un As-Built útil para la operación (7D). BIM se queda en un simple (y caro) visualizador 3D.

 

Sin estándares ni control de calidad de la información, el modelo deja de ser un activo gestionable y se convierte en un entregable sin propósito.


Diagnóstico Hecho?

 

Si reconoces alguno de estos síntomas en tu organización, no estás solo. Son increíblemente comunes. La buena noticia es que tienen solución.


Ver a BIM como un software aislado es la receta para la frustración y el bajo retorno de inversión. El verdadero potencial se desbloquea cuando lo integramos como un proceso estratégico transversal, un ecosistema de información que conecta personas, departamentos y fases del proyecto.


Esta brecha entre la teoría y la práctica es el punto de partida de una nueva conversación: cómo dejar de ver BIM como un departamento aislado y empezar a gestionarlo como un proceso estratégico.





Y tú, ¿qué opinas?

¿Cuál de estas 3 razones resuena más con la experiencia de tu empresa?

¿Qué otros obstáculos has visto que impiden que BIM se integre realmente en los procesos de negocio?


¡Los leo en los comentarios!

 
 
 

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